miércoles, 6 de julio de 2011

Todos los años de Huanguelén grabados en sus retinas

Semanario Los Ecos (sábado 27 de noviembre de 1982)
Todo un pedazo de historia
Don Vital y el pueblo de mis abuelos 

Corría 1904 cuando ancló en Buenos Aires, un viejo barco, y de la mano de don Regino Gallardo, llegaba su hijo Vital. Su estrella lo trajo en 1913 a poblar Huanguelén, y con los primeros caseríos conoció a mis abuelos; juntos empezaron a querer y trabajar estas tierras vírgenes; a sonreír frente a un trigal dorado, a la sombra de una troja de maíz, al ver una vaca que les entregaba su primera cría, o angustiados"tiran sal alrededor del rancho de chorizo para ahuyentar un granizo traicionero", y juntos se fueron acriollando montando un caballo "a lo gringo".
Cuantas veces se habrán emponchado con la soledad de la calle del hilo, pasando cuatro vacas, o las ovejas (para aliviar la chacra) y de una escapada llegarse al paso obligado a probar suerte en algún tirito a la taba.
Cuando los animaba don Bernardo Dupuy, cuantas ilusiones y cansancios haciendo cola en la estación, con un carro playo, detrás de Mariani o Román Lissarrague, esperando que la cuadrilla de Losada les descargara para poder engordar la libreta que tenían en lo de Álvarez, Castrezzana y San Román, y así asegurar el almacén para todo el año.
Si habrán caminado estas calles, entrar al hotel de Goñi y admirar al Dr. Baldomero Fernández Moreno, entre libros y poesías, o en el bar "La Unión" del padre de Berísimo Martín y Julián Sánchez, o entre risas convidarse una caña en la fonda de García, o terminar discutiendo, después de un truco, en el boliche de Sanseau.
También aprendieron a querer el pan de Ferrer; un sermón del Padre Lacunza, o del Padre Idoy, y a pelear contra la inundación del 19. A traer unas rejas a la herrería de Moldes porque a Torrecilla se le debían las anteriores; anotarle unas vaquitas a Atanasio Navarro para su feria y así poder pagarle a Clavijo la cosecha que les había levantado con esas trilladoras que para arrancar las tiraban con cuatro bueyes.
Y amigos se encontraron en una galopeada hasta Ombú en busca de una correspondencia que deseosos esperaban del otro lado del charco, pasar por lo de Maqueda y Sotelo para hacerles revolver los tarros en busca de un vuelto por algún kilo de mostacholes.
Y amigos entraron a lo del "gordo" Cordero; a la carnicería de Delaude o a la "fotografía" de Scavuzzo para ser retratados en una pose con clavel, moñito, o un alfiler de gancho en la solapa.
Cuantas preocupaciones que sólo el Dr. Francisco Cassacia Llanos develaba después de escucharle decir "33" o al entregarles sus compañeras a doña Anita Hoesktra para que las ayudara a ser madres y se las devolvía con una criatura, que ya crecidos se la confiaban a Baquero para que les enseñe los primeros y aburridos "palotes".
Con que ojos de asombro mirarían doblar por un baldío al imponente Oberland de Bernardo Dupuy y entre revoloteo de pollos y gallinas deslizarse al nuevo Ford T de Miguel González, o escuchar las últimas noticias en una radio, que sólo estaba en la librería de Arias.
Y éste fue el pueblo que me pintó Don Vital, ...mis abuelos no me lo pudieron contar.

1 comentario:

  1. Deseo felicitar a los alumnos del Instituto "Alte. Brown" que están realizando este trabajo de investigación y difusión de la historia local.
    Un pueblo centenario, como nuestra escuela(casualmente llamada "Alte. G. Brown")en la que también nos proponemos indagar el pasado.
    He tomado prestadas algunas de las entradas concernientes a escuelas para darles difusión a través de nuestro Blog.

    Cordiales saludos
    Prof. Raquel Gail
    www.archivo104.blogspot.com
    Escuela Normal de Quilmes
    "Alte. Guillermo Brown"

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